Ante las últimas noticias surgidas en los medios de comunicación sobre supuestos tratamientos para el ojo vago (ambliopía), la Sociedad Española de Estrabología quiere manifestar lo siguiente:
La ambliopía es lo que comúnmente se denomina ojo vago y afecta a cerca de un 5% de la población, consistiendo en el déficit de visión de uno u ambos ojos por debajo de los límites que se consideran normales.
El tratamiento de este problema radica, fundamentalmente y en primer lugar, en establecer su causa, para lo cual es imprescindible una revisión oftalmológica completa incluyendo la dilatación de la pupila, aspecto este último esencial en los niños para conocer con total exactitud la causa más frecuente de ojo vago como son los problemas refractivos (necesidad de llevar gafas). Sin dicha dilatación de la pupila, podemos en algunas ocasiones aproximarnos a la graduación verdadera, pero no conocerla con exactitud.
Existen otras posibles causas de ojo vago que si bien son menos frecuentes, no por ello dejan de ser menos importantes, como son entre otras el estrabismo (desviación de los ojos), las cataratas congénitas y los tumores oculares que requerirán actuaciones inmediatas y sin demora desde su diagnóstico.
Para el diagnóstico de estas y otras patologías es recomendable una revisión oftalmológica en el primer año de vida, y reiteramos que con dilatación de la pupila para excluir estos problemas de forma certera.
Una vez valorada la causa del ojo vago deberemos acometer su tratamiento y los profesionales sanitarios tenemos un compromiso con la calidad asistencial que nos obliga a incorporar la evidencia científica disponible en nuestros procesos de racionamiento clínico, de modo que las indicaciones diagnósticas y terapéuticas que propongamos hayan demostrado ser eficaces, al menos en las patologías más prevalentes donde los procedimientos están más estandarizados. La ambliopía es un problema tan frecuente que las opciones de tratamiento han sido ampliamente estudiadas y por ello, estamos obligados a ofrecer a nuestros pacientes pediátricos solo aquellas estrategias cuya utilidad esté avalada por la evidencia científica, y hasta la fecha el tratamiento que mejores resultados ofrece es la oclusión mediante el parche. Este tratamiento está avalado por multitud de estudios científicos en revista de prestigio y por los más importantes especialistas de índole mundial.
Evidentemente el parche no es el único tratamiento existente, pues existen otras alternativas como instilación de gotas para dilatar la pupila y obligar a utilizar el ojo vago, filtros sobre la gafa que obligan a emplear uno u otro ojo, así como cambios en la graduación para reforzar más o menos el empleo del ojo que deseemos para mejorar su visión. Incluso últimamente existen estudios científicos que comienzan a avalar otras alternativas como tratamientos médicos y sistemas de gafas electrónicas que tienen efecto oclusor, que están en estudio por prestigiosos investigadores.
Si bien por lo tanto existen alternativas, estas deben ser consideradas de forma personalizada por nuestro especialista, pero desde luego afirmamos rotundamente que en ningún momento podemos decir que el parche ocular sea un tratamiento desfasado o que haya llegado a su fin como han divulgado algunos medios, pues sigue siendo el tratamiento más eficaz para recuperar el ojo vago.
Es más, cualquier otra alternativa de tratamiento que se plantee en la actualidad, debiera ser apoyada en estudios científicos en revistas de prestigio y desde luego debe tenerse especial cuidado en no plantear falsas expectativas sin la adecuada validez científica, ni en desacreditar tratamientos contrastados y cuyos resultados demuestran día a día su validez.
El tratamiento de la visión de nuestros hijos es una labor muy delicada y la Sociedad Española de Estrabología quiere manifestar con este escrito su total desacuerdo en aquellos tratamientos no corroborados por estudios científicos adecuados y que suponen una pérdida de tiempo ante situaciones donde la edad de tratamiento es fundamental para conseguir un adecuado éxito en la recuperación del ojo vago y la ambliopía.
El tratamiento de esta patología es obligación de todos y cada uno de los responsables de la salud y cualquier idea en beneficio de ello es bien recibida, pero desde luego no deben crearse falsas expectativas sobre algunos tratamientos que aún no tienen la adecuada evidencia científica, están contraindicados por Sociedades de prestigio a nivel mundial (Sociedad Americana de Oftalmología, Asociación Americana de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo y la Sociedad Americana de Optometría) y desde luego no se deben desacreditar sin fundamento aquellos tratamientos que están perfectamente avalados por los estudios científicos y por la práctica del día a día de los especialistas en oftalmología pediátrica y estrabismo de todo el mundo.
Sociedad Española de Estrabología
La ambliopía es lo que comúnmente se denomina ojo vago y afecta a cerca de un 5% de la población, consistiendo en el déficit de visión de uno u ambos ojos por debajo de los límites que se consideran normales.
El tratamiento de este problema radica, fundamentalmente y en primer lugar, en establecer su causa, para lo cual es imprescindible una revisión oftalmológica completa incluyendo la dilatación de la pupila, aspecto este último esencial en los niños para conocer con total exactitud la causa más frecuente de ojo vago como son los problemas refractivos (necesidad de llevar gafas). Sin dicha dilatación de la pupila, podemos en algunas ocasiones aproximarnos a la graduación verdadera, pero no conocerla con exactitud.
Existen otras posibles causas de ojo vago que si bien son menos frecuentes, no por ello dejan de ser menos importantes, como son entre otras el estrabismo (desviación de los ojos), las cataratas congénitas y los tumores oculares que requerirán actuaciones inmediatas y sin demora desde su diagnóstico.
Para el diagnóstico de estas y otras patologías es recomendable una revisión oftalmológica en el primer año de vida, y reiteramos que con dilatación de la pupila para excluir estos problemas de forma certera.
Una vez valorada la causa del ojo vago deberemos acometer su tratamiento y los profesionales sanitarios tenemos un compromiso con la calidad asistencial que nos obliga a incorporar la evidencia científica disponible en nuestros procesos de racionamiento clínico, de modo que las indicaciones diagnósticas y terapéuticas que propongamos hayan demostrado ser eficaces, al menos en las patologías más prevalentes donde los procedimientos están más estandarizados. La ambliopía es un problema tan frecuente que las opciones de tratamiento han sido ampliamente estudiadas y por ello, estamos obligados a ofrecer a nuestros pacientes pediátricos solo aquellas estrategias cuya utilidad esté avalada por la evidencia científica, y hasta la fecha el tratamiento que mejores resultados ofrece es la oclusión mediante el parche. Este tratamiento está avalado por multitud de estudios científicos en revista de prestigio y por los más importantes especialistas de índole mundial.
Evidentemente el parche no es el único tratamiento existente, pues existen otras alternativas como instilación de gotas para dilatar la pupila y obligar a utilizar el ojo vago, filtros sobre la gafa que obligan a emplear uno u otro ojo, así como cambios en la graduación para reforzar más o menos el empleo del ojo que deseemos para mejorar su visión. Incluso últimamente existen estudios científicos que comienzan a avalar otras alternativas como tratamientos médicos y sistemas de gafas electrónicas que tienen efecto oclusor, que están en estudio por prestigiosos investigadores.
Si bien por lo tanto existen alternativas, estas deben ser consideradas de forma personalizada por nuestro especialista, pero desde luego afirmamos rotundamente que en ningún momento podemos decir que el parche ocular sea un tratamiento desfasado o que haya llegado a su fin como han divulgado algunos medios, pues sigue siendo el tratamiento más eficaz para recuperar el ojo vago.
Es más, cualquier otra alternativa de tratamiento que se plantee en la actualidad, debiera ser apoyada en estudios científicos en revistas de prestigio y desde luego debe tenerse especial cuidado en no plantear falsas expectativas sin la adecuada validez científica, ni en desacreditar tratamientos contrastados y cuyos resultados demuestran día a día su validez.
El tratamiento de la visión de nuestros hijos es una labor muy delicada y la Sociedad Española de Estrabología quiere manifestar con este escrito su total desacuerdo en aquellos tratamientos no corroborados por estudios científicos adecuados y que suponen una pérdida de tiempo ante situaciones donde la edad de tratamiento es fundamental para conseguir un adecuado éxito en la recuperación del ojo vago y la ambliopía.
El tratamiento de esta patología es obligación de todos y cada uno de los responsables de la salud y cualquier idea en beneficio de ello es bien recibida, pero desde luego no deben crearse falsas expectativas sobre algunos tratamientos que aún no tienen la adecuada evidencia científica, están contraindicados por Sociedades de prestigio a nivel mundial (Sociedad Americana de Oftalmología, Asociación Americana de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo y la Sociedad Americana de Optometría) y desde luego no se deben desacreditar sin fundamento aquellos tratamientos que están perfectamente avalados por los estudios científicos y por la práctica del día a día de los especialistas en oftalmología pediátrica y estrabismo de todo el mundo.
Sociedad Española de Estrabología